El proceso de redactar una tesis puede resultar un desafío para muchos estudiantes universitarios. En este sentido, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la forma en que se redacta, especialmente en lo que se refiere a la elección de la persona gramatical. La tercera persona es la opción más adecuada y ampliamente aceptada en la escritura académica, debido a su capacidad para mantener un tono objetivo y neutral. En este artículo, exploraremos por qué es crucial utilizar la tercera persona al redactar una tesis, proporcionaremos consejos para mantener la coherencia y evitaremos errores comunes al hacerlo. Además, mostraremos ejemplos de redacción efectiva en tercera persona en una tesis y concluiremos con recomendaciones para escribir de forma efectiva en esta modalidad.
¿Por qué usar la tercera persona en una tesis?
Neutralidad y objetividad
Al redactar una tesis, es esencial mantener un enfoque objetivo y neutral. El uso de la tercera persona nos permite lograr esto, ya que evita la introducción de sesgos personales o subjetivos en nuestras afirmaciones. En lugar de centrarnos en nuestras opiniones o experiencias personales, nos centramos en presentar los hechos y argumentos respaldados por evidencia. Utilizar la tercera persona nos ayuda a distanciarnos emocionalmente de nuestro trabajo, lo que resulta en una presentación más equilibrada y científica.
Por ejemplo, si estamos escribiendo una tesis sobre el cambio climático y queremos afirmar que las emisiones de gases de efecto invernadero están causando un aumento de las temperaturas globales, podríamos decir: «Se ha demostrado que las emisiones de gases de efecto invernadero están relacionadas con un aumento de las temperaturas globales» en lugar de decir «Creo que las emisiones de gases de efecto invernadero están causando un aumento de las temperaturas globales». Al utilizar la tercera persona, nos alejamos de nuestras creencias personales y nos basamos en la evidencia científica disponible.
Profesionalidad
La escritura académica requiere un tono y estilo profesional, y el uso de la tercera persona contribuye a ello. Al redactar en tercera persona, nos estamos presentando como académicos serios que están comprometidos con la objetividad y la rigurosidad académica. Esto es especialmente importante al escribir una tesis, ya que estamos demostrando nuestra capacidad para investigar y analizar un tema de manera crítica. Al utilizar la tercera persona, comunicamos al lector que hemos investigado y considerado diferentes perspectivas antes de formular nuestras afirmaciones.
Consistencia
Utilizar la tercera persona en toda la tesis ayuda a mantener la coherencia y la uniformidad en la redacción. La consistencia es clave en la escritura académica, ya que permite al lector seguir fácilmente los argumentos y las ideas presentadas. Al mantenernos consistentes en el uso de la tercera persona, evitamos posibles confusiones y nos aseguramos de que nuestra tesis sea fácilmente comprensible para el público académico.
Consejos para mantener la coherencia en la redacción en tercera persona
Para redactar de manera efectiva en tercera persona, es importante tener en cuenta algunos consejos que nos ayudarán a mantener la coherencia a lo largo de nuestro trabajo. Aquí hay algunos consejos útiles:
Evitar el uso de pronombres personales
El principal aspecto a tener en cuenta al redactar en tercera persona es evitar el uso de pronombres personales, como «yo», «nosotros» o «tú». En lugar de decir «yo creo» o «nosotros encontramos», debemos reemplazarlos por afirmaciones basadas en hechos, como «se ha observado» o «se ha demostrado». Esto ayuda a garantizar que nuestras afirmaciones sean objetivas y respaldadas por evidencia.
Uso de nombres propios o títulos profesionales
Cuando hablemos de personas en nuestro trabajo, es recomendable utilizar sus nombres propios o títulos profesionales en lugar de pronombres personales. Por ejemplo, en lugar de decir «él» o «ella», podemos decir «el doctor Smith» o «la profesora González». Esto ayuda a mantener la coherencia y evita cualquier confusión relacionada con la identidad de las personas a las que nos referimos.
Utilizar voz pasiva
La voz pasiva puede ser útil al redactar en tercera persona, ya que nos permite enfocarnos en la acción realizada en lugar de en la persona que la realiza. En lugar de decir «los investigadores encontraron», podemos decir «se encontró». La voz pasiva ayuda a mantener el enfoque en el tema de estudio y no en los individuos involucrados.
Consultar guías de estilo y normas académicas
Al redactar en tercera persona, es importante seguir las guías de estilo y las normas académicas específicas de nuestra disciplina. Estas guías nos proporcionarán pautas claras sobre cómo redactar correctamente en tercera persona y cómo evitar errores comunes. Consultar estas fuentes de referencia nos ayudará a garantizar la coherencia y la calidad de nuestra escritura académica.
Errores comunes al redactar en tercera persona y cómo evitarlos
Aunque utilizar la tercera persona puede parecer sencillo, existen algunos errores comunes que debemos evitar al redactar en esta modalidad. Aquí están algunos de los errores más frecuentes y cómo podemos evitarlos:
Cambios inconsistentes de la persona
Uno de los errores más comunes es cambiar inadvertidamente de la tercera persona a la primera o segunda persona en el medio de un párrafo o de una sección de la tesis. Esto puede ser confuso para el lector y romper la coherencia de nuestro trabajo. Para evitar este error, debemos revisar cuidadosamente nuestro trabajo en busca de cambios inconsistentes de persona y corregirlos. También es útil realizar múltiples revisiones para asegurarnos de que hemos mantenido una coherencia constante en todo nuestro trabajo.
Uso excesivo de la voz pasiva
Si bien la voz pasiva puede ser útil al redactar en tercera persona, su uso excesivo puede hacer que nuestro trabajo sea confuso y difícil de seguir. Es importante equilibrar el uso de la voz pasiva con la voz activa para mantener la claridad y la fluidez en nuestra redacción. Al revisar nuestro trabajo, debemos asegurarnos de utilizar la voz pasiva solo cuando sea necesario y cambiar a la voz activa cuando sea posible.
Falta de evidencia y referencia
Al redactar en tercera persona, es fundamental respaldar nuestras afirmaciones con evidencia y referencias adecuadas. Esto ayuda a fortalecer nuestra tesis y a brindar credibilidad a nuestras afirmaciones. Un error común es hacer afirmaciones sin respaldo o sin proporcionar referencias adecuadas. Para evitar este error, debemos asegurarnos de citar adecuadamente nuestras fuentes y proporcionar evidencia sólida para respaldar nuestras afirmaciones.
Uso inconsistente de nombres propios o títulos profesionales
Al utilizar la tercera persona, es importante ser consistente en el uso de nombres propios o títulos profesionales. Si mencionamos a una persona por su nombre o título profesional en un párrafo, debemos mantener esta consistencia en todo nuestro trabajo. Un error común es cambiar de nombre propio a pronombre o de título profesional a pronombre sin una justificación clara. Para evitar este error, debemos revisar nuestro trabajo en busca de inconsistencias y realizar los cambios necesarios para mantener la coherencia.
Ejemplos de redacción efectiva en tercera persona en una tesis
A continuación, proporcionamos algunos ejemplos de redacción efectiva en tercera persona en una tesis para ilustrar cómo se aplican los consejos mencionados anteriormente:
1. Ejemplo de afirmación basada en hechos: «Se ha observado un aumento significativo en las tasas de obesidad en los últimos años» en lugar de «Creo que las tasas de obesidad han aumentado en los últimos años». En este ejemplo, se utiliza la tercera persona para presentar una afirmación basada en datos y hechos verificables.
2. Ejemplo de uso de nombres propios: «La doctora García realizó un estudio exhaustivo sobre los efectos del estrés en la salud mental» en lugar de «Yo realicé un estudio exhaustivo sobre los efectos del estrés en la salud mental». En este ejemplo, se utiliza el nombre propio «la doctora García» en lugar del pronombre personal «yo» para presentar al autor de la investigación.
3. Ejemplo de uso de la voz pasiva: «Se encontró que el tratamiento experimental tuvo efectos significativos en la reducción de los síntomas» en lugar de «Los investigadores encontraron que el tratamiento experimental tuvo efectos significativos en la reducción de los síntomas». En este ejemplo, se utiliza la voz pasiva «se encontró» en lugar de mencionar a los investigadores directamente, enfocándonos en la acción realizada en lugar de en las personas que la realizaron.
4. Ejemplo de referencia adecuada: «De acuerdo con estudios previos, se ha demostrado que el consumo excesivo de azúcar está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares» en lugar de «Creo que el consumo excesivo de azúcar está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares». En este ejemplo, se utiliza la tercera persona para respaldar la afirmación con estudios previos y se omite el pronombre personal «creo» para mantener la objetividad.
Conclusiones y recomendaciones para escribir una tesis en tercera persona de manera efectiva
Redactar una tesis en tercera persona es esencial para mantener un tono objetivo, profesional y coherente. El uso de la tercera persona nos permite presentar nuestras afirmaciones basadas en hechos y evidencia, evitando la introducción de sesgos personales o subjetivos. Para escribir de manera efectiva en tercera persona, es importante evitar errores comunes, como cambios inconsistentes de persona, uso excesivo de la voz pasiva y falta de evidencia y referencia. Al seguir los consejos proporcionados en este artículo y utilizar ejemplos de redacción efectiva en tercera persona, podemos mejorar la calidad de nuestras tesis y comunicar de manera clara y objetiva. En última instancia, escribir en tercera persona nos ayuda a demostrar nuestra capacidad como investigadores y académicos al presentar argumentos respaldados por evidencia y contribuir al conocimiento en nuestro campo de estudio.